En los últimos años, organizaciones internacionales y algunas naciones Asiáticas han intensificado sus esfuerzos por detener los abortos selectivos por sexo, los cuales han creado una escasez de niñas en muchas naciones durante los últimos 20 años. A principios de año han aparecido algunas estadísticas que muestran los desalentadores resultados de esos esfuerzos. El desbalance de sexos continúa empeorando sin mejora alguna, y esto debido a la imparable expansión del aborto barato y la tecnología de ultrasonido en cada vez más y más áreas de China, India y otros países.
Un experto afirmó ante las Naciones Unidas que estima que mundialmente están faltando más de 200 millones de mujeres y niñas debido al aborto selectivo por sexo y al infanticidio femenino. Otros expertos estiman que esta cifra es más baja, como 60 millones. Pero todos están de acuerdo en que cada día que pasa el problema se agrava.
Para el 2020 se estima que 30 millones de hombres chinos en edad de casarse estarán en esa situación a causa de la “falta” de mujeres jóvenes.
Muchos historiadores advierten que un gran número de solteros en una sociedad son un caldo de cultivo ideal para los conflictos sociales y la guerra. El secuestro de mujeres para forzarlas a casarse o prostituirse está creciendo exponencialmente en Asia. Esto representa una desgracia para ambos sexos y para la sociedad en general.
Además, más allá de la preferencia personal muchas mujeres y sus esposos tienen fundadas razones para preferir a los niños por sobre las niñas. Por ejemplo, la mayoría de los chinos aún viven en granjas difícilmente más grandes que las de nivel de subsistencia. Un hijo puede realizar mejor que una hija el trabajo duro que la vida de granja demanda.
Los hijos y sus esposas tradicionalmente cuidan de los hijos de los padres mientras que las hijas se unen a las familias de sus esposos.
Al considerar que el gobierno de la China comunista de manera forzada limitaba a las familias chinas a tener uno o dos hijos, no debe sorprendernos que las parejas chinas emplearan el aborto como medio para asegurarse de tener un hijo hombre mientras permanecieran bajo el límite establecido. Ellos asesinaban a sus propios hijos para cumplir con la ley mientras aseguraban su propia supervivencia durante la vejez. Algunos estados de la India también emplean prácticas coercitivas para limitar el tamaño de las familias a dos hijos. Las feministas occidentales apoyaban el control poblacional desde el inicio creyendo que tener pocos hijos liberaría a las mujeres de la “opresión” de ser amas de casa. Si a esto añadimos los impuestos, los gastos y la presión económica ejercida en todo el mundo desarrollado entenderemos por qué la crianza de los hijos se ve como algo muy costoso.
Joseph A. D’Agostino
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